Itinerario Detallado:
DÍA 1: MARRAKECH
Llegada al aeropuerto y traslado al alojamiento, tiempo libre para disfrutar de la ciudad.
DÍA 2: MARRAKECH – AIT BEN HADDOU – OUARZAZATE – DRAA – ZAGORA
Iniciamos este fascinante viaje desde Marrakech cruzando el puerto de Tizi N’Tichka, que sus 2.260m de altitud convierten en el paso asfaltado más alto del norte de África, desde aquí disfrutaremos de las increíbles vistas a los valles del Atlas, salpicados de pueblos suspendidos en sus laderas. Visitaremos una de las Kasbahs mejor conservadas y patrimonio de la Humanidad Ait Ben Haddou y desde la que se puede admirar el Valle de Ounilla, Continuaremos rumbo a Ouarzazate con una parada para admirar su kasbah y sin perder tiempo ponemos rumbo a nuestro destino de hoy el desierto de Zagora paralelamente al valle del Draa y siguiendo la que fuera ruta de la sal y de las caravanas que llegaban de Tombouctou, Disfrutaremos de la visión de los numerosos Ksur que salpican este tramo del viaje.
DÍA 3: ZAGORA – TAMGROUTE – M’HAMID -DUNAS ERG CHEGAGA
Ya en el desierto tomaremos el camino que nos lleva a una de las pistas utilizadas por el Rally París-Dakar y que atravesaba el desierto, descubriendo al viajero horizontes de dunas, antiguos lagos y si hay suerte nos cruzaremos con algunas de las pocas familias que viven de forma nómada haremos una parada en Tamgroute y visitaremos la biblioteca y la Nasiria de Tamgroute, desde aquí iremos profundizando en el Desierto menos explotado turísticamente, en Erg Cheggaga podremos admirar las dunas más altas algunas con casi 300 mts de altitud. Nos espera el campamento en mitad de las dunas y una experiencia inolvidable.
DÍA 4: ERG CHEGAGA – LAGO IRIKI – ANTI ATLAS – TAROUDANT
Después de disfrutar del amanecer como pocas veces, volveremos al camino haremos una parada en el lago Iriki y desde ahí cruzando el Anti Atlas llegaremos a la costa atlántica, pero nos adelantemos nos queda aún por disfrutar de mágicos oasis, valles perdidos. Nuestro destino es Taroudant conocida como la abuela de Marrakech por el parecido entre ambas ciudades
Día 5: TAROUDANT – AGADIR – ESSAOUIRA
Cambiamos las montañas y los aridos paisajes, después de disfrutar de Taroudant pondremos rumbo a la ciudad de Agadir, por el camino podremos admirar los bellos parajes de la costa Atlántica de Marruecos y conocer algunos de sus pueblos Taghzout, Ouadar, Im-Souane el famoso Sidi Kauki hasta finalmente llegar a Essaouira.
Día 6:ESSAOUIRA
Día libre para disfrutar de la ciudad.
En vuestra excursión a Essaouira no podéis perderos el paseo por su cuidada Medina, diseñada por el cautivo Theodore Cornut a las órdenes del Sultán Sidi Mohammed Ben Abdullah. En sus anchas calles encontraréis multitud de galerías, talleres de artesanos, pequeñas tiendas de todo tipo, cafeterías y restaurantes. Podréis entrar por alguna de las tres puertas de Essaouira: Bab Sbâa, Bab Marrakech y Bab Doukhala, En esta zona no hay tráfico, por lo que se puede pasear tranquilamente.
La parte de la medina de Essaouria concentra la mayoría de los monumentos: la torre del Reloj, la l´Istiqlal, SIdi Mohammed Ibn Abdallah (la mayor mezquita de Essaouira) “Ibn Youssef” el Souk, el Jdid, la plaza de Moulay Hassan, la plaza de Orson Welles (que hizo famosa la ciudad en la película Otelo), la plaza Moulay Hassan, la Skala el fuerte… Por otra parte, no podéis perderos una visita a la antigua judería o Mellah, algo abandonada en la actualidad pero con muchísimo encanto.
Día 7: ESSAOUIRA – MARRAKECH
Después de disfrutar de la mañana, pondremos rumbo a la más conocida de las ciudades imperiales, Marrakech.
Tras hacer el checkin en el Riad tiempo libre para comenzar a disfrutar de la más vibrante de las ciudades de Marruecos.
Días 8 y 9: MARRAKECH
Marrakech por sí sola merece un viaje, pues atesora siglos de historia. Fundada por los Almorávides allá por el 1062, Marrakech fue capital del imperio Islámico, conocida como la perla del desierto o la ciudad roja. Su nombre original en Bereber es Tamurt n akkuc, que significa Tierra de Dios. Marrakech es dueña de numerosos monumentos y lugares emblemáticos que la hicieron merecer el Título de Patrimonio de la Humanidad. Posee una de las Plazas más conocidas y visitadas de África, Djemaa el Fna. Aunque poco o nada queda del antiguo esplendor Almorávide, ya que ha sido conquistada en varias ocasiones, los sucesivos ocupantes la han dotado de una arquitectura inconfundible y llena de magia. Esta ciudad bohemia e intelectual posee una comunidad de extranjeros que viven de forma permanente de las más numerosas de África, ya que fue la primera de las ciudades de Marruecos en establecer contacto y relaciones comerciales con Europa.
En vuestro viaje por Marrakech veréis mezquitas como la de Koutoubia, palacios como El Baldi, museos y jardines espectaculares. Todo un placer para los sentidos que el viajero no podrá dejar de disfrutar si quiere conocer el país a fondo.
Día 10: MARRAKECH – AEROPUERTO
Tiempo libre para descansar o las últimas compras, a la hora convenida traslado al aeropuerto